martes, 9 de octubre de 2012

Día soleado totalmente caluroso. ¿Que más podía pedir para dejar atrás la tormenta del día de ayer? Cada día, un nuevo sol. 
Cada rayo de sol me trae un recuerdo, cada suspiro una pasión, un buen momento. No hay nada mejor que el olor primaveral traiga el pasado hacia tu mente en el día de hoy. Es como si viajara en el tiempo, como si las horas fueran en reversa, es volver a sentir lo que sentiste alguna vez.
En base al recuerdo y cada vez que recuerdo pienso "no me gusta olvidar lo vivido", siempre por más malo o bueno que sea es bueno tener memoria. Los malos recuerdos son aquellos que marcan tu vida, donde te caiste, lloraste, aprendiste, perdonaste y te diste cuenta que era lo que había que mejorar en vos. Los buenos recuerdos son aquellos que te traen sonrisas, lagrimas emocionantes, felicidad y esas ganas de dar todo por volver a sentir lo mismo. Por eso marco que no hay que olvidar, ni siquiera a las personas, olvidar es querer borrar un capitulo, un episodio de tu vida, es querer dejar atrás algo que alguna vez fue importante para vos o que gracias a eso, mejoraste. Olvidar es no recordar lo vivido y si lo pensamos así, no es bueno.
Por más tormentas que tengas en un día, por más lagrimas que dejes caer, por más dolor que puedas sentir nunca bajes los brazos porque después de la tormenta siempre sale el sol. Hay que seguir, no hay que rendirse, hay que arrepentirse, hay que equivocarse, hay que aprender a golpes, hay que saber pedir perdón, hay que saber amar, hay que saber perdonar, hay que saber compartir y hay que saber ser fuerte en cada etapa de la vida, pero principalmente no hay que preguntarse cómo saber todo lo mencionado anteriormente, solo hay que vivir. 

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